Bambú.



Hai-Wen había bajado hasta el pueblo para comprar unas semillas, sin tener muy claro que quería sembrar esa temporada en sus campos. Cuando llego al pueblo entro en la tienda de un anciano agricultor que se dedicaba a vender semillas de toda clase de plantas.

Al verle tan dubitativo el anciano le recomendo que sembrara sus tierras de unas plantas de Bambú especial, que esa planta no solo le daría riqueza, sino que le haría ver la vida de otra manera. Y si era perseverante y tenia paciencia se convertiría en el mejor cultivador de Bambú de la región.

Hai-Wen sembro las semillas, les dio buen abono y mejor riego. Pasados unos meses no sucedía nada en aquel campo pero confiando en las palabras del viejo agricultor no hizo caso a sus vecinos. Y volvio a arar la tierra una y otra vez y a plantar el Bambú. Sus vecinos se reian de él y le decian que se quitara esa idea de la cabeza, que aquella tierra no era buena para esa planta.

Pero el planto más semillas en otro trozo de tierra aunque todo seguia igual, ni una pequeña caña se intuía en sus tierras mientras sus vecinos año, tras año sacaban provecho de sus campos con el Bambú normal a pesar de que las tormentas y el viento siempre se llevaban parte de las plantaciones de Bambú.

Después de seis años y ya casi con la necesidad de ocupar esas tierras con otras especies notó como de la tierra salía bambú y en sólo seis semanas ese bambú creió más de 30 metros. Su alegría duró poco al comprobar como se acercaba una gran tormenta con fuertes vientos, convencido de que después de tanto sacrificio todo quedaría arrasado por el viento se metio en casa a esperar.

A la mañana siguiente en muchos kms a la redonda no había ni una sóla plantación del Bambú normal pero la de Hai-wen allí estaba fuerte, verde y meciendose con la ligera brisa de la mañana.

Fué corriendo a visitar al anciano agricultor, quería hacerle partícipe del milagro y este le pregunto mirando fijamente sus ojos:

"¿De verdad has creido que tu bambú sólo se desarrolló en estas últimas seis semanas? Si es así poco has aprendido de la experiencia. Porque durante estos seis últimos años tu bambú ha estado generando un entramado de raices tan amplio y fuerte que pudiera sostener todo crecimiento que iba a tener despues de tan largo tiempo bajo tierra y aguantar los envites del viento, como en efecto ha aguantado".

El agricultor entonces vio claro lo que la sabiduría de aquel anciano quería transmitirle, había que ser como una caña de bambú, tan fragil a merced del viento pero tan fuerte llegado el momento que no se rompiera ni siquiera se doblara. Solo una fuerte raiz permitiría que soportara los envites de la vida, como aquella tormenta, en la que el bambú se mecia con delicadeza a favor del viento.

(Cuentos orientales)

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