La metafísica es una rama de la filosofía cuyo nombre significa literalmente “más allá de la física”.
Desde sus orígenes se ha ocupado de estudiar lo que está en la base de la realidad: su naturaleza, sus componentes y los principios fundamentales que la sostienen.
A menudo pensamos que la realidad es algo evidente, que basta con abrir los ojos para percibirla. Sin embargo, lo que vemos, oímos o tocamos no agota lo que realmente existe.
Nuestros sentidos son limitados, y además el cerebro interpreta esas percepciones según sus propios filtros y juicios.
Por eso resulta tan sugerente la metafísica: busca ir más allá de lo que captamos directamente y pregunta por aquello que no es accesible a la observación empírica.
Aunque se consolidó en la Grecia clásica con filósofos como Aristóteles, en realidad sus raíces son más antiguas y se confunden con los primeros intentos humanos de pensar el mundo.
Algunos pensadores, como Kant o Schopenhauer, sostuvieron que el ser humano tiene una inclinación natural hacia la metafísica, del mismo modo que la tiene hacia la espiritualidad o la religión.
Es como si nuestra mente trajera de serie la necesidad de hacerse preguntas últimas sobre el ser, el tiempo, el espacio o la causa primera.
Conviene aclarar, sin embargo, que la metafísica no es una ciencia en el sentido moderno del término: no formula hipótesis verificables ni realiza experimentos replicables.
La física, en cambio, se basa en la observación, la medición y la posibilidad de comprobar sus leyes bajo condiciones controladas.
Incluso la física cuántica —que estudia fenómenos extraños y contraintuitivos a escala subatómica— se mantiene en el terreno de lo empírico, porque sus predicciones se confirman mediante experimentos y cálculos matemáticos.
La diferencia clave es que la física, clásica o cuántica, trabaja dentro de un marco experimental que permite demostrar posibilidades de la realidad mediante ecuaciones y resultados observables.
La metafísica, en cambio, se mueve en el terreno de lo que el pensamiento humano puede concebir, sin posibilidad de validación empírica.
Esto no significa que estén enfrentadas. Más bien se complementan: la física amplía los límites de lo comprobable y la metafísica mantiene abiertas las preguntas que aún no pueden responderse desde la ciencia.
La historia del conocimiento muestra un tránsito: de la filosofía nacieron la metafísica y luego las ciencias, y todavía hoy se nutren entre sí.
Mantener una mente abierta a estas perspectivas es fundamental. No basta con quedarnos con lo que aprendimos en la escuela o en la universidad.
El conocimiento avanza, los paradigmas científicos cambian, y junto con ellos nuestra manera de entender el mundo y a nosotros mismos.
AUNQUE TAMBIÉN ABSTRACTA, LA VIBRA ES UNA REALIDAD. GRAN PLANTEAMIENTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
La metafísica muchas veces se toma como algo que no existe, porque es claro que muchas veces negamos la existencia de lo que no entendemos, si no entendemos,o no encontramos explicación, determinamos simplemente que es un misterio, pero no nos detenemos a pensar que para poder comprender debemos de ir mas allá de lo aparentemente evidente.
ResponderEliminarSaluditos
Saludos Neuriwoman, yo pienso que aunque tu realidad es la única "real" y tus percepciones, tus sentidos te informan de esa realidad y tu cerebro le da la forma de acuerdo con tus creencias, tus sentimientos tus anhelos, probablemente un mismo hecho o una misma situación que tu puede ver como real otra persona con otras creencias, otros sentimientos la puede percibir de una manera totalmente distinta, pero bajo mi punto de vista es muy difícil mirar esa realidad desde el punto de vista del otro, tal vez la única manera de poder hacerlo es si realmente te conoces a ti mismo, tus limitaciones, podrás en un acto de generosidad entender la realidad de los otros. Un fuerte saludo.
ResponderEliminarPlanteas un tema excesivamente profundo. Mentalismo, Correspondencia,, Vibración,Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto, Generación. Me quedo con los siete principios del Kybalion de Hermes.
ResponderEliminar¿ La Verdad,...La Verdad?
ResponderEliminarMe viene grande. No logro adentrarme en tus explicaciones. ¿Me estaré haciendo viejo o es que mi mente no se quiere poner al día ?
Saludos, manolo
( Y palabrita, que lo he leido dos veces.)
Creo que estamos conectados a muchas cosas inexplicables, son percepciones que se sienten y que no tenemos ningún manual para clasificarlas...para darles un razonamiento científico.
ResponderEliminarNo es el caso que explicas, hechos comprobados, por supuesto, pero yo cada vez huyo más de ellos...
La mente humana es complicada, se nos ha dotado de una inteligencia "superior" que solamente puede obtener respuestas mediante aquello que científicamente ha estado probado o aprobado entre comillas...luego me hacen gracias las elucubraciones y los espejismos creados en algunas teorías sobre los mundos paralelos, la pasión desmesurada que algunos tienen por la creencia de un ser superior, llámalo Dios o como quieras...
Yo pienso que somos polvo de estrellas, una simple casualidad ligada a todo un universo que se compone de un cúmulo de casualidades naturales...a veces pienso que somos una gran equivocación, estamos porque estamos, por una casualidad y creo que la comunidad científica miente más que habla.
No discuto la labor que hacen, lo que hemos avanzado en conocimientos...pero no creo que sirva para nada...estamos de paso y terminando este regalo llamado vida, eso es lo que me asusta, que un regalo casual no se sepa aprovechar al máximo...
Nunca he visto a un árbol causar destrozos como lo ha hecho la especie humana...ni un pez...ni una flor...somos una especie de plaga en un planeta que no merecemos, y nos vanagloriamos de ser inteligentes...que lástima...me parece cómico...
Un beso cielo.
Lo he leído con mucha atención de verdad te lo digo pero es demasiado para mí lo que dices, me queda muy alto para "alcanzarlo"......las ciencias siempre las llevé bastante mal, me gustaban las letras y las artes. Por cierto también me va mucho la parapsicología que paradójicamente es considerada una pseudociencia por la comunidad científica.Besotes
ResponderEliminarLa mente es una de nuestra últimas fronteras...Aún desconocemos mucho de ella.
ResponderEliminarBesote guapa
Lo que tenemos que hacer es no ponernos límites. El hecho de que no percibamos, no quiere decir que no exista tal cosa. Para mí, metafísica y espiritualidad, van de la mano, y no hay que confundirlo con la religión, que no tiene nada que ver.
ResponderEliminarBesos Neuri.
Que placer sumirse en la profundidad del pensamiento que planteas, demasiadas veces el diario nos impide pararnos y disfrar del gozo de pensar y perderse más allá de lo que puede ser palpado.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Neuri.
ResponderEliminarLa pequeña Towanda, que ya se gradua en Filosofía, es una amante de la Metafísica (se la da Gabilondo, el ex-ministro) y, de hecho, intenta que yo la ame como lo hace ella, pero mi cabeza no es capaz de entender demasiado.
Harías buenas migas con ella, seguro.
Un beso muy grande, tesoro.