Tiempo de espera.



En algún remoto lugar existe un reloj que deja pasar lentamente el tiempo sobre tu cuerpo, amordazando la libertad de disponer de tu propio momento para contemplar como las olas del mar del infinito llegan a la orilla de tu vida. 

Un paso del tiempo que ahora  ha dejado de ser relativo, objetivo o subjetivo, para quedar solo en esa mínima esencia de algo llamado tiempo. 

Un tiempo que pasa, que corre, que vuela . . .   pero que nunca volverá a repetirse. 

Dejad paso al tiempo que tiempo no tiene tiempo de esperas.

Neuriwoman











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