Yo ya soy Navidad.

Yo ya soy Navidad, aunque da igual el verbo que vaya utilizar para esta entrada. Ser, estar, haber o existir y ver que  la Navidad se nos echa encima a pasos agigantados. Y en mi, noto que el proceso ya comenzó y se va contagiando uno a uno a todos los miembros de la casa.

No penséis que hablo de hipocresía ni consumismo, ni de las miles de lucecitas que están colgando ya para adornar las calles y los escaparates. Hablo de los sentimientos que en muchas personas se encienden en estas fechas. Aquello que hasta no hace mucho tiempo era el verdadero significado de estas fechas.

Esa felicidad que te inundaba por dentro y estabas deseando transmitir en un fuerte abrazo al felicitar a tus vecinos, esas risas con los amigos que llevabas meses sin ver, esa familia tan ocupada en sus labores el resto del año...En definitiva todo lo bueno y lo malo que acontece cuando los seres humanos nos juntamos, que para eso somos seres sociales dicen que por naturaleza.

Pero que parece que ya vamos olvidando y miramos solo con lupa lo malo, nos volvemos miopes ante los  intentos de acercamiento de los demás y nos convertimos en egoístas para ser nosotros los que demos el primer paso. 

Pensad que esas comidas familiares o incluso esas cenas de trabajo son una forma de dar la bienvenida a un nuevo año y olvidar viejos rencores, que con crisis o sin ella solo nos puede salvar animicamente el que nos ayudemos y encontremos el apoyo necesario los unos a los otros. 

Por eso os pediría que por todos ellos y para ellos pongáis lo mejor de vuestra parte, que a nivel de humanidad, fraternidad, amor y compañerismo nos arropemos unos a otros, que para cosas malas ya nos da bastante la vida. Así que no la hagamos más amarga todavía con nuestro egoísmo.

Ya se que es un poco pronto, pero es que

 yo ya soy Navidad...