En estos tiempos que vivimos parece que la felicidad ha pasado de ser un estado subjetivo y personal a convertirse en un objetivo casi impuesto por la sociedad.
Las redes sociales nos bombardean de continuo con personas felices que suben sus fotografías de viajes de ensueño, ropa cara, bolsos de marca, relojes de lujo, cochazos o grandes casas.
Revistas, anuncios y gurús del bienestar también insisten en que debemos perseguirla a toda costa, como si no alcanzarla fuese un auténtico signo de fracaso. Pero ¿es realmente la felicidad una necesidad básica para el ser humano o quizás solo sea un bien sobrevalorado?
Desde la psicología evolutiva, la búsqueda de bienestar tiene un sentido adaptativo: experimentar placer y satisfacción refuerza conductas que favorecen la supervivencia y la cohesión social.
Sentirnos bien nos impulsa a repetir actividades que nos nutren física o emocionalmente. En ese sentido, la felicidad sí puede considerarse una necesidad, porque orienta nuestras acciones hacia aquello que nos mantiene vivos y conectados.
Sin embargo, la cultura contemporánea ha magnificado su importancia. Vivimos en una era donde todo debe ser “feliz”: trabajos, familia, relaciones, incluso momentos de descanso.
Esta presión constante genera el efecto contrario: frustración y sensación de insuficiencia. Al final, lo que debería ser un estado pasajero y natural se convierte en una meta imposible y agotadora.
El equilibrio quizá esté en comprender que la felicidad no es un estado permanente, sino una experiencia intermitente que aparece y desaparece.
No tenerla de forma continua no significa vivir mal; sin olvidar que también el malestar cumple funciones importantes, como por ejemplo alertarnos de que algo debe cambiar.
En definitiva, más que una obligación social o un lujo sobrevalorado, la felicidad parece ser una brújula interna: necesaria en su justa medida, pero no un destino al que debamos llegar de forma forzada.

Muy buenos días, qué buena pregunta. Es cierto que todo no solo la felicidad está sobrevalorada,pero hablemos de ella.
ResponderEliminarPrimero deberíamos saber que es la felicidad, un adjetivo, femenino , singular, con esto quiero llegar que cada uno de nosotros daremos ese estado a algo diferente, nadie somos iguales. Y lo que para uno sea feliz, para otro puede pasar inadvertido.
Con lo cual me quedo con mis momentos donde mi sonrisa está a pleno rendimiento.
Aunque el artículo me gusta como lo ha planteado.
Un besazo.
EliminarHola Campirela, efectivamente coincido contigo en que ese algo que hace felices a unas personas para otras no significa nada y te diría todavía más, lo que hoy nos hace felices, mañana puede que no.
Pero en este caso voy más por la felicidad como sentimiento que por las cosas que lo originan. En el sentido de que todos intuimos lo que es estar feliz, sentirse bien con uno mismo y con los demás y en general con todo lo que nos sucede. El sentirse plenos y alineados con la vida.
Veo la felicidad como una especie de motor que nos hace aferrarnos a la vida y sentirla más hermosa y eso es fundamental para alimentar nuestro instinto de supervivencia.
Sin duda , también es fundamental encontrar ese algo que enciende la chispa y que nos emociona. De lo contrario estaríamos sumidos en la anhedonia sin encontrarle sentido a la vida. Besos
Hola Emilia.
ResponderEliminarEncuentro tu texto de hoy más que aceptable.
Dejando claro que, si bien la felicidad refuerza conductas que favorecen la supervivencia, también es cierto que esa presión que aseguras sostienen las redes, puede conllevar frustración e insuficiencia.
La llamada felicidad, tiende a parecerse a la cara de una moneda… Estando la otra oculta. Y a la espera de ver de qué lado cae si se la voltease de nuevo.
Hay una tercera vía, a mi modo de ver, que es cuando la moneda cae de canto. Y rueda sin decantarse por uno u otro lado.
Y cuyo nombre podría ser, por ejemplo, el de serenidad.
Ni arriba ni abajo, ni risas ni llantos… ¡Serenidad!
Abrazos.
Hola Ernesto, también creo en la sinergia de felicidad y serenidad, y en que ambas potencian la magnitud del estado de la otra. Pero para mi son dos conceptos diferentes, porque metafóricamente hablando, considero a la felicidad como una brújula y a la serenidad como un ancla. La primera es una emoción adaptativa que nos orienta hacia lo que nos beneficia mientras que la otra es una cualidad del estado mental que permite sostener equilibrio, incluso cuando la felicidad no está presente. Estar serenos para mi no es sinónimo de estar felices y a los estoicos me remito. Abrazos
EliminarDe interés, Emilia, lo de brújula y ancla.
EliminarAbrazos.
Estoy totalmente de acuerdo con tus comentarios, vivimos en una sociedad en la cual si no eres aparentemente feliz, eres un fracasado, cuando como bien dices la felicidad son momentos que se van alternando a lo largo de toda nuestra vida, con momentos de tristeza, infelicidad y desasosiego . Tenemos que disfrutar de nuestros momentos felices y pasar lo más rápidamente de los acontecimientos tristes, nuestra felicidad es estar bien con nosotros mismos. Un abrazo
ResponderEliminarHola Tutankamon, la felicidad podría compararse con la “salud” en medicina: no significa que nunca haya malestar, sino que el balance general es positivo.
EliminarEn otras palabras: uno puede sentirse feliz en un instante sin ser feliz en su vida, y también puede ser feliz en su vida aunque no siempre se sienta feliz en cada instante. Al final es el balance lo que cuenta. Abrazos
Diría que el estadio de la felicidad lo determina un sinfín de variantes que tampoco controlamos en su totalidad. A fin de cuentas, todo tiene altibajos, salvo las leyes que rigen la Naturaleza, que son fijas e inalterables.
ResponderEliminarCualquier cosa que esté modulada por un montón de variables es difícil de controlar y la felicidad es escurridiza, sobre todo cuando se busca en objetos materiales como sucede hoy día. Abrazos
EliminarTu texto me gusta ya que el pincel con que lo pintas topa con la delicadeza de quien sabe que la felicidad no se impone, se descubre. No es para mí una incógnita ni una meta lejana: la deseo, sí, pero también la tengo. La reconozco en los gestos cotidianos, en la plenitud de lo sencillo, en el silencio que no pesa. Y creo, con firmeza, que hay tantos caminos hacia ella como almas que la buscan. Ninguno exige renunciar a lo esencial, solo aprender a mirar con otros ojos.
ResponderEliminarPodría contar historias de amigos que se sienten felices sin serlo, atrapados en la ilusión de una sonrisa aprendida. Y otros que se creen infelices sin saber que la dicha les habita, tímida pero constante. Porque la felicidad, como bien dices, no es un estado perpetuo, sino una brisa que viene y va, y que no por ello deja de ser real.
Me quedo con esta cita de Jorge Luis Borges, que resume lo que muchos sentimos en lo profundo: “La felicidad no necesita ser transmutada en palabras.”
Gracias por abrir este espacio de reflexión. A veces, pensar la felicidad es el primer paso para vivirla.
Un fuerte abrazo.
EliminarHola Enrique, gracias por tu comentario tan lleno de sensibilidad. Has sabido expresar con mucha claridad esa idea de que la felicidad no se conquista a golpes de voluntad, sino que se reconoce en lo cotidiano, que a veces pasa inadvertido. También me gusta cómo señalas esa paradoja entre la apariencia y la vivencia real de la felicidad.
Coincido contigo en que la felicidad no es un estado permanente, sino más bien un movimiento, una presencia intermitente que, aun en su fragilidad, tiene un peso profundo.
Y sobre tu cita de Borges, coincido en que hay experiencias que no necesitan ser explicadas porque se sienten en silencio. Y la felicidad, cuando se hace presente, es justamente una de ellas. Gracias por enriquecer este espacio con tus comentarios. Abrazos
Great post.
ResponderEliminarHappiness is one of the pillars of humanity.
(ꈍᴗꈍ) Poetic and cinematic greetings.
💋Kisses💋
Thank you so much for your comment. Happiness is indeed one of the most important pillars of our lives; without it, our experience would be even harder. Kisses
EliminarDe acuerdo. La felicidad son momentos. Todo el mundo quiere estar bien, pero no siempre es posible y hay que apencar con lo que viene.
ResponderEliminarSalu2.
Pues así es, la felicidad no es un estado constante, solo instantes que apreciar y que nos alegran la vida. Abrazos
EliminarHaces un estupendo análisis sobre la felicidad. Bien cierto es que, en las redes sociales, se cuelgan fotografías de viajes, y pareciera que la persona que lo comparte está en plena felicidad constante. Como si hubiera un maratón, a demostrar que cada uno es más feliz que el otro, porque hacen más viajes, y de esta manera creen que se disfruta más. Muy lejos de la realidad. Se puede ser feliz disfrutando de un paisaje, contemplando a esos niños que juegan, o a ese perro que es fiel a su amo. Se puede ser feliz con un abrazo, con compartir una poesía. Pero desde luego que la felicidad no es constante. Dura un suspiro. Yo en estos momentos soy feliz disfrutando de tu entrada y compartiendo mi opinión. Estoy agusto. Y con eso me conformo. Pero cada uno tiene sus problemas, y preocupaciones. Lo que no quiere decir que siempre estemos llenos de felicidad.
ResponderEliminarMuy buen tema. Que pases una maravillosa semana.
Besos.
Problemas hay muchos a lo largo de la vida, y, aunque no los podemos evitar si podemos modular como los gestionamos. Un beso
EliminarA veces me hago esta pregunta también y me gusta cómo describes que la búsqueda de la felicidad a veces nos termina estresando, sobre todo ahorita que todo el mundo postea sus días felices y sus cosas y sus viajes... blah blah.
ResponderEliminarEs difícil, hasta parece competencia, ¿quién puede ser más feliz?
Ahí está el dilema, aunque sinceramente pienso que quien es feliz no necesita publicarlo, compartir un estado emocional un momento concreto eso a mi modo de entender no es la felicidad.
ResponderEliminarFeliz semana.
Abrazos.
Tienes toda la razón. Hay mucha gente frustrada porque parece que es obligado ser feliz y como la vida nos ofrece felicidad e infelicidad, nos sentimos mal y más ahora que todo es escaparate. Más nos valdría estar preparados para los momentos de penurias y sufrimiento y aprender a superarlos. Me gusta los temas sobre los que escribes. Un saludo.
ResponderEliminarMe parece muy valioso que traigas la perspectiva de la psicología evolutiva para recordarnos que la felicidad tiene un propósito natural, pero también cómo su idealización puede volverse agotadora. La idea de que no es un estado permanente, sino algo intermitente, es liberadora. ¡Y qué importante destacar que el malestar también tiene su función! Esa visión equilibrada de la felicidad como una brújula interna, en lugar de un destino obligatorio, invita a reflexionar y a vivir de forma más auténtica.Gracias por compartir esta entrada tan pensada y honesta
ResponderEliminarAbrazos y feliz semana.
Ver a todo el mundo tan feliz, dispara mis ganas de ser infeliz, y lo intento y lo intento, pero no lo consigo. Es frustrante.
ResponderEliminarAbrazooo
Yo creo que la felicidad no consiste en poseer grandes cosas, si no saber disfrutar de lo que se tiene.
ResponderEliminarUna buena muestra lo podemos ver en ocasiones con los niños actuales que les podemos agasajar con los juguetes mas sofisticados y luego como hacían sus abuelos con una simple caja de cartón pasan los mejores ratos de juegos.
Saludos.
el párrafo final es la clave de todo el asunto. Piensa en tu actividad favorita, en tu comida favorita.. imagina tenerlo a todas horas, convertirlo en una obligación... la felicidad debería ser una brújula interna, pero las redes sociales se encargan de estropearla ;)
ResponderEliminarMuchas veces puedo sentir la felicidad, pero otras veces parece un espejismo y me hace perder la calma, amiga. Un beso, feliz noche.
ResponderEliminarŚwietny post... to prawda, zwłaszcza media społecznościowe kreują tę bańkę szczęśliwości... a to niebezpieczne zjawisko, zwłaszcza dla młodych ludzi. Pozdrawiam serdecznie:)
ResponderEliminarLa felicidad es algo muy deseable, muy necesario.
ResponderEliminarY muy compleja de alcanzar, aunque sea transitoria. Pero me parece obvio que no es necesariamente lo que propone la publicidad. Ni siquiera sé si los creativos publicitarios son felices en su actividad o es algo que hacen para ganar dinero mientras esperan realizar sus verdaderas vocaciones.
Puede ser diferente para cada persona, con algunos puntos en común a veces. Puede ser la realización artística, ser parte de un descubrimiento científico, el plantearse desafíos, el placer sensual. Hay diferentes formas de felicidad.
Un abrazo.
Me gusta tu entrada. Yo creo que la felicidad son momentos, a veces yo soy feliz mirando un árbol y al momento dejo de estarlo si pienso en algo triste, también cuando rio con mis hijas y mi marido es felicidad. Un abrazo.
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