Todo lo que escuchamos es vibración. Cada sonido —desde una canción que nos conmueve hasta el murmullo del viento— impacta nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro campo energético. Las vibraciones sonoras no solo nos afectan emocionalmente: también tienen el poder de sanar, elevar o alterar nuestro estado vibracional.
Algunos sonidos activan regiones específicas del cerebro y el cuerpo. Las frecuencias binaurales, por ejemplo, pueden inducir estados de calma profunda, enfoque o sueño. Los mantras, cantos armónicos o cuencos tibetanos resuenan directamente con nuestros centros energéticos, ayudándonos a restaurar el equilibrio interior.
Pero el sonido no está solo fuera de nosotros. Lo que pensamos y luego decimos tiene una vibración propia. Las palabras cargadas de amor, gratitud o verdad elevan nuestra energía. Las palabras duras, de juicio o miedo bajan nuestra frecuencia. Cada vez que hablamos, lanzamos al universo una frecuencia que inevitablemente regresa a nosotros.
Vibrar conscientemente con el sonido significa elegir qué escuchamos, qué decimos y cómo nos hablamos a nosotros mismos. Porque el universo responde no solo a nuestras acciones, sino a nuestra vibración. Y la voz es una de las formas más potentes de emitirla.
Vibrar con el Universo

Me parece muy interesante
ResponderEliminarEstupendo
EliminarHay sonidos que nos relajan, así como otros nos alteran y nos llevan un estado de nerviosismo e intranquilidad, lo cual no solo afecta a nuestra mente sino al cuerpo en general.
ResponderEliminarAl igual el sonido de nuestra voz, delata y transforma el sentido de las palabras, el tono de esa vibración determina hasta nuestro estado desánimo o alegría.
Así, pues mi despedida que sea positiva y para ello te deseo muy feliz domingo 😘 😘 🦋
Hola Campirela, qué bonito lo has expresado . Es cierto, el sonido tiene un poder enorme sobre nosotros, incluso más del que imaginamos. Gracias por tu energía positiva, te deseo también un domingo lleno de armonía y buenos sonidos
EliminarHola Emilia.
ResponderEliminarEl penúltimo apartado de tu texto, y sobre todo este párrafo: "Cada vez que hablamos, lanzamos al universo una frecuencia que inevitablemente regresa a nosotros.", ya lo conozco de hace muchos años. Y practico... Pero sí es cierto que desde hace unos meses he tomado nota de que ante ciertas personas o situaciones, había una crítica, una opinión desfavorable. Y me propuese corregirla. De ahí este decreto, «orden» que repito tantas veces como es necesario.
"Perdono todo lo que deba ser perdonado, y también me perdono a mí mismo. Doy mi amor y mi perdón a todo el que lo necesita."
Estas palabras, que no requieren que pienses en nadie ni en nada, liberan de toda carga al instante a quien las pronuncia.
Y es curioso también que, justamente anoche, en cierto libro con el que trabajé años ha más de 20 años seguidos, y cambió mi vida, y que suelo abrir por cualquier página, allí estaba exactamente la misma recomendación!
A buen entendedor, lección aprendida!
Abrazos, amiga.
Hola Ernesto, me ha encantado leer tu comentario y sentir esa sintonía profunda con lo que compartes. Lo que mencionas sobre el poder del perdón y las palabras me parece de una sabiduría enorme. No siempre somos conscientes de cómo una simple frase, pronunciada desde el corazón, puede modificar la vibración de todo lo que nos rodea y también de nuestro interior, y sobre todo llegar a ser tan liberadora. Gracias por compartir tu experiencia y por hacerlo con esa autenticidad que siempre te acompaña. Un abrazo
EliminarBom domingo e bom início de semana, Emília. Obrigado pela visita e comentário.
ResponderEliminarHola Luiz, muchas gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
EliminarBuen recuerdo, de nuevo nos llevas a tomar conciencia... pensamientos, palabras, sonidos emitidos y escuchados configuran el ámbito vibracional en el nos movemos.
ResponderEliminarGracias, Emilia, a veces esto tan importante y con tanta repercusión se nos olvida...
Buen domingo
Hola Milena, gracias a ti por tus palabras tan certeras. Es verdad, vivimos rodeados de una red de vibraciones que generamos y recibimos constantemente, y con frecuencia olvidamos el impacto que eso tiene en nosotros y en los demás. Recordarlo nos ayuda a cuidar no solo lo que decimos, sino también la energía con la que lo decimos. Gracias por tu sensibilidad y por seguir acompañando este espacio con tanto cariño. Besos
EliminarAbsolutamente, amiga. De ahí que los mantras tienen su poder...
EliminarAbrazo hasta vos!!
Todo tiene su resonancia en el universo interior. Un abrazo
EliminarMuy interesante lo que escribes sobre la voz, las vibraciones del sonido y sobre todo como seleccionamos lo que queremos escuchar o la carga emocional de las palabras según las pronunciemos. Un saludo.
ResponderEliminarNuestro mundo está constituido por ondas y vibraciones que nuestros sentidos se encargan de traducir. Saludos
EliminarY a mí... Qué el sonido de los cuencos tibetanos, no me relaja, sino que me enerva???
ResponderEliminarPues tienes mucha razón Tracy, aunque es un tema poco tratado, si hay muchas personas a las que les produce una disonancia. Los cuencos tibetanos no son universalmente relajantes. Su efecto depende del tipo de frecuencia, de la sensibilidad auditiva y del estado emocional previo.
EliminarPara quienes los toleran bien, inducen coherencia cardiaca y ondas alfa cerebrales; para quienes no, rompen la homeostasis y activan defensas fisiológicas. Así que efectivamente existen muchos factores por los que pueden resultarte molestos. Un beso
The sounds of city traffic affect my emotional state. I get headaches and quickly get tired of all these sounds.
ResponderEliminarHi Irina, excessive noise, like traffic or crowded places, is very annoying. The sounds of nature relax us. Regards.
EliminarHay sonidos que nos tranquilizan y otros nos dan miedo. Te mando un beso.
ResponderEliminarLa naturaleza resulta de lo más relajante. Besos
EliminarForgiveness is horizontal, gratitude is vertical; they are possibilities for healing the soul that reverberate in the body. No one is obligated to forgive or be grateful. Pain cannot be trivialized. However, pain can be alleviated by practicing kindness.
ResponderEliminar(ꈍᴗꈍ) Poetic and cinematic greetings.
💋Kisses💋
Two great virtues with which to live in harmony. Kisses
EliminarYa lo decían los que saben: Las palabras crean realidad... o al menos le dan una forma. Nuestro inconsciente, creo, es el primero que nos escucha cuando nos hablamos en la mente: y como no filtra lo verídico de lo fantasioso que te cuentas, en él todo cabe y desde ahí todo opera. Si el inconsciente (el propio y colectivo a nivel humano) está en la parte baja de la cuarta dimensión, el bajo astral, puede ser una bendición o una maldición, según cómo sea nuestro diálogo interior (sostenido): el inconsciente solo toma nota para manifestarlo después en la tercera dimensión donde habitamos... Por lo menos así lo entiendo hasta ahora. Y sé que es más complicado de lo que apenas expongo.
ResponderEliminarMe gusta mucho que trates estos temas: resueno contigo. Va un abrazo, neuriwoman. Buen lunes.
Hola Julio David, me gusta cómo lo planteas: esa idea de que el inconsciente “toma nota” de lo que pensamos conecta con lo que hoy sabemos sobre neuroplasticidad y programación mental. Podemos traducir ese “bajo astral” como las capas más profundas de la mente, donde se gestan nuestras creencias y emociones. Gracias por tu comentario, resueno también con esa mirada tan amplia. Saludos
Eliminar¡Hola! La verdad es que esto es muy curioso, cómo cambia cada sonido y lo que nos hace sentir, además de a veces necesitar siempre de este tipo de estímulos o todo lo contrario. Un abrazo ❤️
ResponderEliminarPosdata: te sigo, pásate por mi blog si quieres.
Hola Carolina, acepto encantada tu invitación. Nos seguimos leyendo, un beso
EliminarHay algo profundamente revelador en concebir el sonido no como fenómeno físico, sino como arquitectura vibracional de la conciencia. Este texto me ha recordado que no solo escuchamos con el oído, sino también con la memoria, con el cuerpo, incluso con el deseo. Las frecuencias que emitimos (palabras, silencios, gestos sonoros), configuran una cartografía íntima que nos vincula con lo invisible.
ResponderEliminarMe ha conmovido especialmente la idea de que cada palabra pronunciada regresa a nosotros como eco energético. En tiempos donde el ruido parece dominar, elegir conscientemente qué vibramos es casi un acto de resistencia poética.
Gracias por invitar a esa escucha más sutil, más comprometida con la armonía interior y colectiva.
Gracias, Enrique. Tus palabras son un eco amable de lo que intento transmitir: que cada vibración que emitimos nos construye por dentro. Me alegra que hayas sentido el texto desde esa escucha profunda que tan bien describes. Un fuerte abrazo
EliminarRealmente es cierto que ciertos sonidos nos relajan y por ello no muy aconsejables mientras conducimos y otros sacan lo peor de nosotros, también poco aconsejables en el caso anterior.
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que el segundo tipo de sonidos habría que evitarlos a toda costa, dentro y fuera del coche. Un abrazo
EliminarCierto, sonidos estridentes pueden llegar a alterarnos y muy negativamente, en cambio otros sonidos como el de las olas puede ser muy relajante para nosotros. También muchas canciones tienen el poder de cambiar nuestro ánimo.
ResponderEliminarBesos.
Quizás también influyan nuestras experiencias previas y nuestras expectativas. Al fin y al cabo vivimos inmersos en la subjetividad. Abrazos
EliminarGracias por este texto tan bello, que invita a vibrar con intención y a ser más conscientes del poder que llevamos en nuestra voz y en lo que elegimos escuchar. Es como un abrazo para el alma, recordándonos que estamos conectados con el universo a través de cada sonido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Algunos sonidos son muy relajantes, como la música, el sonido de la lluvia, las olas o el viento entre las hojas. Pero otros me alteran un montón, como por ejemplo que alguien coma frutos secos a mi lado. Aunque también comprendo que lo mejor es oírlos y disfrutar o no con ellos. Todo forma parte de la vida, ¿qué le vamos a hacer?
ResponderEliminarBss
Interesante el tema que planteas sobre el sonido Emilia. Parece mentira que un sonido u otro tenga distinta repercusión en nuestro interior. Puedes estar escuchando el canto de un pájaro y te puede relajar porque te transporta a la naturaleza. Puedes estar escuchando el sonido de las olas del mar, igualmente, te produce bienestar, relajación. O incluso, puedes escuchar el sonido de una sirena y te pone nerviosa resulta estresante porque te imaginas una ambulancia o los bomberos, de que algo grave puede estar sucediendo. Cómo pueden afectar los sonidos. Incluso, los tonos de voz, igualmente.
ResponderEliminarEste tema da para dialogar ampliamente, Emilia, que estés pasando un feliz día.
Besos enormes.
Yo diría que el sonido nos mueve, en uno u otro sentido, cambia nuestra precepción y puede cambiar nuestro estado de ánimo.
ResponderEliminarSaludos Cordiales.
Hay sonidos con los que uno se siente en armonía y esto te induce a un estado de calma. He asistido en varias ocasiones a sesiones de sanación a través del sonido y solía salir armonizada. Era curioso ver cómo los pensamientos durante la sesión te hacían recorrer lugares especiales.
ResponderEliminarTambién lo veo en los ensayos del coro en que canto, armonizar juntos de recarga de energía positiva .
Abrazos, Emilia
Comparto totalmente todo lo q te acabo de leer. Sin ninguna duda los sonidos exteriores y mucho más los interiores se ajustan en función de las frecuencias q incluso de forma inaudible nos afectan...Creo q no le damos la suficiente importancia a este asunto, q sin embargo creo es capital. mucho más en un mundo en el q determinados personajes o mejor dicho, poderes hoy, se empeñan en inculcarnos esos odios, esa oscuridad y negatividad q de alguna forma nos cala y nos coloca en esas frecuencias negativas y dañinas q nos invade y tanto daño nos hacen no sólo psicológicamente, tb somatizamos toda esa nefasta influencia y enfermamos ...Luego sí, creo de verdad q hay palabras curativas perdón, gratitud, generosidad, desprendimiento y amir incondicional ...pero es tan difícil permanecer constantemente unido a esas buenas vibraciones ...esforzarnos lo más posible , creo q debería ser nuestra máxima aspiración...Aquí siempre de perciben tus buenas vibraciones, muchas gracias y un beso !
ResponderEliminarMe ha encantado lo que nos cuentas. Sí los sonidos tienen que mucho que ver con nuestro cuerpo, a mí me gusta mucho el sonido de la lluvia tan relajante, la música me gusta, pero si es demasiado alta no y así con muchos sonidos o vibraciones. Besos.
ResponderEliminarSomos energía y al final vibramos con sonidos y frecuencias afines a nosotros. Me encanta el del agua, ya sea mar, rio, lluvia... el problema es que no prestamos atención a cómo nos puede afectar y hay gente que ni siquiera lo tiene en cuenta cuando creo que es algo de lo mas interesante.
ResponderEliminarUn besazo!
En un universo lleno de vibraciones hay que ser conscientes de lo que se dice y se piensa, porque el Verbo es el que da forma a nuestra vida.
ResponderEliminarComo bien dices al principio de tu entrada, el sonido es vibración, ondas que vagan libremente por el espacio y por el universo y que impactan sobre tu cuerpo y te hacen sentir cosas diversas, una veces alegres otras menos alegres pero que que una manera u otra afectan a tu vida. Lo mismo que a nosotros, nos afectan las vibraciones del universo, también nuestros sonidos, nuestras ondas también le afectan. Por eso es muy conveniente lanzar vibraciones positivas, casi con total seguridad también recibiremos cosas bonitas.
ResponderEliminarSo let's vibrate positively:) Hugs:)
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