Nadie conoce a nadie.
Nadie quiere saber nada.
Nadie escucha la noche.
Nadie en la madrugada.
Nadie oye la brisa
porque la brisa no mueve nada.
Nadie reza a las nubes
porque las nubes ya no traen agua.
Nadie contempla los árboles
porque en los bosques no queda nada.
Nadie jamás amó la vida
porque la vida de pronto se acaba.


Cuando Nadie se nombra, la Nada responde. Y en ese silencio que todo lo borra, la brisa, los árboles, la vida misma se desvanecen como un suspiro sin eco.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Enrique, quizás cuando la Nada responde, nos devuelve el reflejo de lo que somos: instantes que se deshacen, pero que, por un momento, fueron eternos. Y es que en ese vacío donde todo se disuelve, nace la posibilidad del todo. A veces, del silencio más profundo brota el primer latido. Un abrazo
EliminarUna imagen impactante, y tus letras no lo son menos
ResponderEliminarVivimos tiempos tan delirantes que se pierde entre nuestros dedos la esencia de la propia vida.
La comunicación verbal entre el género humano.
Un besote y muy feliz fin de semana 😘 😘 🦋
Hola Campirela, apuntas bien a la paradoja de nuestro tiempo: más medios para comunicarnos, menos capacidad para comprendernos. La palabra se diluye, y con ella la esencia que nos unía. El sentimiento de soledad se acrecienta con todo ese ruido vacío. Tal vez sea momento de volver a escuchar, más que a hablar. Quizás el silencio —ese que antes temíamos— sea ahora el único lenguaje que aún conserva sentido. Feliz fin de semana y besos.
EliminarPrecioso poema con mucha razón, deberíamos sentir y conectar más con todo lo que nos rodea o desapareceremos sin ser vistos.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Lola, qué bonito lo que dices. Aún estamos a tiempo de reencontrarnos con lo esencial: la tierra, el aire, las miradas. Mientras exista sensibilidad, siempre habrá esperanza. Frente a esa imagen devastadora de desaparecer sin ser vistos… Tal vez nuestra salvación esté en recuperar la conciencia de pertenecer a algo más grande que nosotros mismos. Besos
EliminarMe ha encantado, muy bien entrelazado el poema con la repetición de nadie y nada. Un saludo.
ResponderEliminarHola Segundo, gracias por tus palabras. “Nadie” y “Nada” se buscan y se pierden al mismo tiempo… me alegra que hayas percibido ese juego en esta especie de mantra en el que el vacío no es mero final, sino una oportunidad para la introspección. Un abrazo
EliminarUn poema muy bonito, en la sencillez de cada una de las estrofas se esconden principios de la vida muy verdaderos y duraderos, como lo efímero de la vida, la soledad humana. Para mí es como un canto a lo inevitable y a la vez una esperanza de futuro. Saludos
ResponderEliminarHola Tutankamon. Me alegra que el poema haya resonado contigo y que hayas percibido tanto la fugacidad de la vida como la soledad que atraviesa cada verso. Esa lectura de lo inevitable y la esperanza de futuro es precisamente lo que quería transmitir: mirar la Nada no como un fin absoluto, sino como un espacio para la reflexión y la conexión con lo que realmente importa. Saludos
EliminarAmiga Emília,
ResponderEliminarSuas reflexões são sempre muito inteligentes.
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Beijos!!!
Hola Douglas, muchas gracias por tu comentario y el haberme incluido en el Mosaico. Un abrazo
EliminarUn bonito poema el que nos dejaste y muy acorde con las fechas en las que nos encontramos.
ResponderEliminarAl leer los dos primeros versos pensé que se lo dedicabas a los políticos.
Saludos.
Que bueno, Tomas. Es la primera vez que este mantra resuena en esos términos. Un abrazo
EliminarMe gustan las paradojas, la ambiguedad que surgen de algunas palabras.
ResponderEliminarMás cuando se combinan.
Besos.
Nadie, Nada, Eterno ¿Qué más podemos pedir a la existencia? Un abrazo
EliminarQué bonito tu poema, Emilia. Al final todos seremos nada, en esta vida tan efímera.
ResponderEliminarQue pases una feliz noche de Halloween.
Besos.
Hola María. Dicen que cuando una puerta se cierra se te abren otras tres: ¿vida eterna, reencarnación o resurrección? De momento es difícil comprobarlo. Un abrazo
EliminarWhat a terrifying picture of the Apocalypse! The wind doesn't blow. The clouds bring no rain! There's no one in the forests. Probably no forests either. No life. No people. A post-nuclear catastrophe.
ResponderEliminarHola Irina, entiendo perfectamente tu interpretación del poema. Un abrazo
EliminarProfundo poema. la nada es nada y a veces se convierte en algo . Te mando un beso.
ResponderEliminarLa verdad es que así es, digamos que podemos elegir entre las dos interpretaciones: el existencialismo o la vacuidad. Porque este poema no solo habla del vacío que duele, sino también de la vacuidad que libera: aceptar la impermanencia como parte esencial de la existencia. Un beso
EliminarMás allá de la belleza del poema, que la tiene, me quedo con estas palabras: "...lectura de lo inevitable y la esperanza de futuro..."
ResponderEliminar"Inevitable" y "futuro". ¿Ambas caras de una misma realidad?
Podría equipararse a la función del ser humano en la tierra... Cara y cruz!
O bien de "canto". Esa opción de avanzar entre ambas.
Abrazos, Emilia.
Hola Ernesto. Aunque el poema comienza como una reflexión existencial en su estrofa final “Nadie será eternamente. Porque Nadie nació de la Nada” deja de ser un lamento, para resonar como un recordatorio de que nada permanece y, por lo mismo, todo está vivo en su transformación.
EliminarLa vida, tal vez, no sea otra cosa que ese tránsito: morir en un estado para seguir creciendo en otra forma de conciencia.
Quizá aquí ‘lo inevitable’ sea la raíz, y ‘el futuro’ la rama que todavía se atreve a crecer. Me gusta pensar, como tú dices, que entre esa Cara y Cruz, el canto consiste en avanzar entre ambas, sosteniendo esta paradoja. Un abrazo.
Déjame un rinconcito para mí, que soy un inocente que aún se cree, que puede habel algo bueno en el mundo.
ResponderEliminarHola Alfred. Claro que sí. La inocencia también tiene derecho a existir aunque sea entre las ruinas. Quizá sea ella la única que aún sostiene la luz cuando todo parece vacío. Siempre hay un rincón para quienes aún creen en algo bueno como tú. Un abrazo
EliminarAunque con cierto aire apocaíiptico, son muy bellas tus estrofas que rezuman algo de la actual situación mundial.
ResponderEliminarUn abrazo, Emilia.
Hola Manuel. Muchas gracias por tus palabras. Es cierto, rezuma un cierto aire apocalíptico, pero más que anunciar un final, intenta reflejar el cansancio del mundo y la necesidad de tomar conciencia. A veces la poesía solo sostiene un espejo para que miremos lo que ya está ocurriendo. Un abrazo
Eliminar¡Hola! Da un poco de cosa, pero muy bello. Un abrazo ❤️
ResponderEliminarHola Carolina. La verdad es que al final ha quedado intenso. Besos
EliminarSe lee como entonando, se relee cantándola... Alguien debiera hacer de esta letra-poema canción!!
ResponderEliminarAbrazo admirado hasta vos!!
Muchas gracias Carlos, por tus amables palabras. Un gran abrazo para ti
EliminarSolo somos un renglón de una gran obra. Si intentamos comprenderlo todo, solo consrguimos frustración, por incapacidad. Pero somos capaces de asumir nuestras limitaciones.
ResponderEliminarAbrazooo
Incluso hay quien afirma que un renglón torcido. Y aceptar nuestras limitaciones es toda una muestra de inteligencia. Abrazos
EliminarQué precioso poema!
ResponderEliminarImpacta esa Nada final...
Profundos versos, profundas consideraciones traen!
Besos mil
Esa Nada es el fin y el inicio de todo y de todos. Un beso
EliminarHola Emilia, has elegido la imagen precisa para acompañar tus impactantes versos.
ResponderEliminarPese a que vivimos en sociedad la tendencia a "aislarse" y no hacer comunidad prima.
Abrazos y gracias por hacernos reflexionar.
Es la paradoja de estos tiempos, hiperconectados y solos al mismo tiempo. De que sirve un teléfono si no hablamos y cuando lo hacemos es con emoticonos como si hubiéramos involucionado hasta los sumerios o los egipcios con sus jeroglíficos. Besos
EliminarA wonderful poem... painfully true.
ResponderEliminarHola Ania, muchas gracias por tus palabras.
EliminarRealmente inquietante y aterrador este panorama. Menos mal que nos crearon a los seres humanos y ahora los aterradores somos nosotros. Ya ni agua tienen las nubes
ResponderEliminarPues si, ni agua ni plantas ni oxígeno. Menos mal que nos encaminamos a la Nada y allí nos reciclan. Abrazos
EliminarNeuriwoman:
ResponderEliminarbastante pesimista veo el poema, la verdad.
Salu2.
Una reflexión sobre la impermanencia. Un abrazo
EliminarAy, es tremendo, te quedo redondo, filosofico, casi mistico! es de esas poesias que te dejan en silencio un rato, pensando en lo fragil que es todo. Un besote.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Leído en voz alta es casi un mantra sobre la impermanencia. Besos
EliminarMuy bonito el poema. Muchos besos.
ResponderEliminarGracias Teresa. Un abrazo
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