"Es mejor encender una vela
que maldecir la oscuridad"
(Confucio)
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Vivimos en una época en la que resulta fácil quejarse: de la política, del clima, del trabajo, de los demás. Sin embargo, este proverbio —atribuido a Confucio— propone un cambio radical de enfoque. “Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad” significa que ante un problema, por grande que sea, siempre es más útil actuar que lamentarse.
La oscuridad es la adversidad, la ignorancia o el sufrimiento. Encender una vela, en cambio, representa la luz del conocimiento, de la esperanza o de la empatía. No se trata de una solución grandiosa, sino de un gesto pequeño que cambia la percepción del entorno. Una vela no elimina la noche, pero sí permite ver el camino.
En el plano personal, invita a dejar de lado la parálisis del lamento. Cada vez que elegimos aprender en lugar de rendirnos, perdonar en lugar de odiar o ayudar en lugar de juzgar, encendemos una vela.
En el plano social, el proverbio tiene aún más fuerza. Los grandes cambios no surgen del desánimo ni de la crítica vacía, sino de quienes, con gestos mínimos, inician algo nuevo: un acto de bondad, una palabra justa, una idea que inspire.
Encender una vela es una metáfora de la responsabilidad individual. Cada uno posee la capacidad de aportar claridad al entorno que habita. En un mundo que se queja de la oscuridad, quien enciende una vela se convierte, sin saberlo, en un faro.

Que buen proverbio.
ResponderEliminarEncendamos una vela, sigamos alumbrando el camino hacia la claridad.
Si todos encendiera mis una vela, tal vez esa oscuridad sería más luminosa y encontraríamos antes la salida para cualquier problema.
Un feliz jueves🙋😘😘😘☀️
Así es Campirela, una sola vela puede marcar la diferencia, y cuando muchas se encienden, la oscuridad se transforma en claridad y esperanza. Un beso
Eliminarsi hay que buscarle solucion a los problemas, incluso los mas dificiles
ResponderEliminarEfectivamente siempre hay un camino aunque cueste verlo al principio. Hasta los problemas más difíciles tienen una solución cuando los enfrentamos con calma, paciencia y esperanza. Lo importante es dar el primer paso y no rendirse.
EliminarLa grandeza de este proverbio reside en su sencillez y en la fuerza de su metáfora. Encender una vela no es un acto grandilocuente, pero sí profundamente transformador: ilumina lo inmediato, abre un sendero y nos recuerda que la esperanza se construye con gestos pequeños y constantes. Frente a la tentación de la queja, la acción se convierte en la verdadera respuesta.
ResponderEliminarEn tiempos donde la oscuridad parece multiplicarse en forma de incertidumbre, desencanto o indiferencia, la invitación a encender una vela es también un llamado a la responsabilidad personal. Cada palabra justa, cada acto de bondad, cada idea compartida es una chispa que desafía la sombra.
Y quizá ahí esté la enseñanza más perdurable: no necesitamos esperar a que alguien más traiga la luz. Cada uno de nosotros, con una sola vela, puede convertirse en faro.
Un fuerte abrazo.
Gracias Enrique por estas palabras que también iluminan. La fuerza de ese proverbio está justamente en recordarnos que la luz no siempre llega en grandes destellos, sino en esos pequeños gestos que hacemos cada día.
EliminarEn tiempos inciertos, esa responsabilidad personal de aportar claridad —aunque sea un pequeño rayo— se vuelve un acto casi revolucionario. Cada gesto noble, cada palabra que construye, cada paso consciente suma más de lo que imaginamos. Un abrazo
Hola Emilia, me encanta el mensaje detrás de la cita que traes y que de alguna manera me ha recordado a otra cita (esta atribuida a Gandhi) a partir de tu reflexión final que no puede ser más atinada, es algo así como: "Si quieres cambiar el mundo, empieza por ti mismo" son como primas hermanas :) Como bien apuntas, el lamento, prejuzgar, odiar, de nada sirve... intentemos pues elevar el espíritu, incidiremos en el bienestar general, sin duda.
ResponderEliminarFeliz día, Emilia, un cálido abrazo
Hola Milena. Esa cita de Gandhi encaja perfectamente con el sentido del mensaje: las grandes transformaciones empiezan siempre en lo pequeño, en lo que cada uno decide aportar desde su propia luz. Son, como dices, proverbios “primos hermanos”, unidos por la idea de que la verdadera fuerza nace de la coherencia interna. Lamentarse o juzgar no mueve nada; en cambio, elevar el espíritu, actuar con bondad y conciencia sí genera un impacto real, primero en nosotros y luego en quienes nos rodean. Ojalá sigamos sembrando esa claridad que tanto bien hace. Un abrazo.
EliminarHay que intentar ser parte de la solución y no del problema.
ResponderEliminarAsí es, amiga mía. Un abrazo
EliminarGran frase que viene de un gran pensador. Pero tus interpretaciones de la misma no son menores.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo, Tomas.
EliminarBella amiga, maravilloso post y el mensaje que nos deja.
ResponderEliminarLa cita de Confucio genial y coincido contigo en todo
Besos
Hola Mathilde me alegra mucho que coincidamos nuevamente. Un abrazo
EliminarQue pases un hermoso y feliz día.
ResponderEliminarBesos bella
Igualmente y muchas gracias
EliminarEs que la oscuridad puede encender y aún sus sombras iluminar... Maravilloso artículo y mensaje.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos!!
Gracias Carlos. A veces la oscuridad también es maestra, y en sus sombras encontramos el brillo que nos hace seguir. Me alegra que el artículo te haya resonado. Un abrazo
EliminarUn mensaje para llevar a efecto, grandisimo ....esa vela puede cambiar el mundo, al menos en la parte que nos toca
ResponderEliminarMe encantó leerte
Un abrazo
Hola Stella. Gracias por tus palabras. A veces una sola vela, encendida con intención, transforma por completo el rincón que habitamos… y desde ahí empieza a cambiar todo. Un abrazo
EliminarYo creo que uno debe tratar de no ser indiferente al mundo que lo rodea y debe dar esperanza y ser empático. Te mando un beso.
ResponderEliminarDesde luego que así debería ser siempre. Un abrazo
EliminarWonderful words of Confucius!
ResponderEliminarI agree with you; Confucius's words illuminate our thoughts with their ancient wisdom. A kiss.
EliminarMuy de acuerdo. Siempre será mejor ponernos en marcha.
ResponderEliminarUn abrazo.
Efectivamente si no hacemos nada tampoco solucionamos nada. Por lo menos hay que intentarlo. Un beso
EliminarBuen recordatorio, Neuri; a veces una vela puede parecer poco, pero cambia todo lo que toca. Me encanto esa idea de ser faros sin darnos cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Gracias Hada. A veces no reparamos en cuánto ilumina una simple vela, ni en cómo podemos ser faros para otros sin siquiera advertirlo. Un beso
EliminarHola Neu, asi es como tu bien dices, encendamos velas y solucionar los problemas en vez de hacerlos mas grandes, gran verdad la frase que has puesto.
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja. Encender velas siempre nos acerca más a las soluciones que al ruido, nunca queremos hacerlos mayores. Me alegra que la frase te haya hecho gustado. Abrazos
EliminarHola Emilia. A veces lo único que estimula a continuar el camino es esa pequeña luz de esperanza, algo que nos motive a levantarnos por difícil que parezca, confianza e ilusión que nos indique que lo bueno está por llegar.
ResponderEliminarBss
Hola Lola. Es cierto: muchas veces es esa pequeña luz —esa chispa de esperanza— la que nos anima a seguir cuando el camino se vuelve pesado. Aferrarnos a esa ilusión y a la confianza en lo que viene puede cambiarlo todo.
EliminarUn abrazo
Hola Neuriwoman hay que ver como en una frase tan pequeña, se puede encerrar tanta sabiduría. Si como dijo Confucio cada uno de nosotros fuéramos una pequeña vela en el camino de la vida, cuantos y cuantos problemas se solucionarían , cuantas desgracias se podrían evitar, cuanto sufrimiento se podría dejar atrás. Pero aún hay tiempo, si empezamos hoy a encender nuestras velas la oscuridad nunca triunfará. Saludos
ResponderEliminarHola Tutankamon. Es cierto, incluso una sola vela puede marcar la diferencia y, si cada uno aporta la suya, la oscuridad nunca tendrá la última palabra. Un saludo grande
EliminarAlgo que a pesar del tiempo es tan real, sigue tan presente y seguro perdurará, es la vida expresada desde el principio y que poco hemos avanzado en eso.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Saludos.
Tan real como la vida misma. Un abrazo
Eliminar¡Hola! Muy buena reflexión, la verdad, aunque hay gente que vive en su propio mundo también, cada uno hace lo que puede. Buen fin de semana. Un abrazo ❤️
ResponderEliminarAún así el mundo compartido es mejor, y que esos esfuerzos individuales sumen. Un abrazo
EliminarBuenas tardes, Emilia. Lo primero es, el felicitarte por la linda prosa de tu artículo y lo acertado de tu moraleja final donde nos dices de la importancia que tenemos cada uno para poder cambiar las cosas que están mal... Y ahí tiro de una frase que nos repetía mucho nuestro padre de: que los problema no se arreglan solos, por lo que siempre debemos de actuar e intentar buscarles soluciones antes de que se enquisten.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Manuel. Muchísimas gracias por tus palabras. Me alegra profundamente que la prosa y la reflexión final te hayan llegado.
EliminarLa frase de tu padre es muy cierta: los problemas no se resuelven por sí solos, y cada uno de nosotros tiene la responsabilidad —y también la capacidad— de mover aunque sea una pequeña pieza para mejorar lo que nos rodea.
Ojalá nunca perdamos esa voluntad de actuar y de no dejar que las cosas se enquisten. Gracias de nuevo por leerme y por compartir esa enseñanza tan valiosa.
Un abrazo
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarSiempre positivos, pues el no ya lo tenemos.
Ha luchar por el si.
Gracias por tu visita Neurowoman.
Feliz finde.Un abrazo
Hola, Carmen. Totalmente cierto: mantenernos positivos es esencial, y como bien dices, el “no” ya lo tenemos, así que vale la pena luchar siempre por el “sí”.
EliminarGracias a ti por pasarte y dejar tus palabras.
Un abrazo.
The problem is that even lit candles in temples can cause fires. See what happened at the Wenchang Pavilion in China, when part of the Yongqing Temple, located in Jiangsu province, caught fire after a tourist lit a candle in an inappropriate place.
ResponderEliminar(ꈍᴗꈍ) Poetic and cinematic greetings.
💋Kisses💋
Hi Theda, yes, candles can cause fires in homes and temples. That's why in my country temples now have artificial candles with a small light bulb that turns on when you put a coin in the machine. Thank you so much for your comment. Hugs
EliminarGracias por esto. Me recordó un microrrelato del maestro Galeano, "El Mundo":
ResponderEliminar"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende".
Va un abrazo, Neuriwoman.
Muchas gracias por tu comentario y por traer este microrrelato de Galeano. Me parece una asociación muy pertinente: su imagen del “mar de fueguitos” amplía la idea central de la entrada, esa elección entre encender una pequeña luz o quedarnos señalando la oscuridad. Al final, cada gesto —por mínimo que parezca— tiene un impacto en el entorno, igual que cada fuego en el relato ilumina a su manera.
EliminarAprecio mucho que hayas querido sumar una referencia que no solo enriquece la lectura, sino que también invita a seguir pensando en la responsabilidad individual dentro del colectivo. Ese es justamente el sentido de la frase de Confucio: iniciar un cambio posible, aunque sea pequeño.
Gracias por tomarte el tiempo de escribir y compartirla aquí. Va también mi agradecimiento sincero.
Vaya que si, que se adelanta más buscando soluciones que quejándose. Y también procurar ser faro que expandir oscuridad. Abrazo
ResponderEliminarAunque esa luz no alcance muy lejos, siempre es suficiente para alumbrar el camino, tanto el nuestro como el de los que tenemos cerca. Saludos
EliminarHola Neuriwoman. Tu reflexión toma un proverbio milenario y lo desempolva con elegancia zen: no es un sermón moralista, sino un recordatorio suave y punzante de que la queja es un lujo estéril y la acción, por minúscula, es revolución. Me encanta cómo escalas de lo íntimo (perdonar en vez de odiar) a lo colectivo (un faro accidental), sin caer en autoayuda barata. La vela no pretende iluminar el universo, solo el próximo paso; esa humildad es su potencia. En resumen: un manifiesto anti-víctima disfrazado de haiku. Me dejó con ganas de apagar Twitter y encender... bueno, una vela.
ResponderEliminarSaludos!
precioso proverbio y aún más las ideas y recomendaciones q extraes de él. Uniendo todo ello al delicioso cuento de Galeano y sus fueguitos ( q te deja nuestro amigo JULIO DAVID ) resulta q si despejamos la X de la ecuación, todos llevamos dentro esa velita, esa luz...q al final es la esperanza, la capacidad de cambio, la respuesta o la pregunta , la posibilidad de hacer desaparecer esa oscuridad q nos rodea..Mil gracias, consigues q aflore nuestra mejor versión con tus letras,feliz finde,
ResponderEliminarun beso !
Que sejamos sempre uma luz para nós mesmos e para aqueles que nos rodeiam.
ResponderEliminarNova tirinha publicada. 😺
Abraços 🐾 Garfield Tirinhas Oficial.
Bien dicho, Neuriwoman, aunque a veces den ganas de tirar la toalla.
ResponderEliminarSalu2.
Supongo que algunas personas encuentran mas fácil acomodarse en la queja que en intentar encontrar soluciones. Vale que cada persona tiene su historia pero pienso que el ser mas agradecidos puede ayudar mas qué el estar quejándose. Cuando uno se mueve, las cosas a su alrededor también lo hacen.
ResponderEliminarUn besazo!