Carta de la Dama Blanca.

Esta noche ha llegado hasta el rincón de las hadas, nuestra amiga la Dama Blanca. Se que ha sido ella porque tuvo que irse deprisa al sentirse descubierta y quedose uno de sus zapatos abandonado en el sendero, junto a una carta que me traía para vos.

Ya la conoceis del primer día que atravesasteis a lomos de vuestro corcel las Tierras de Ignota, y paresceme que habia venido para saludaros y para saludarme. Pero aunque posee un inmenso poder, nuestra Dama Blanca no quiso enfrentarse a Hirtana. Por tanto prefirio marchar y yo misma os hago entrega de la misiva:

"Mi querido caballero oscuro: yo soy la Dama Blanca, y ante tí me presento para avisaros de un grave asunto que pongo en vuestro conocimiento.Si por ventura algún día paseárais con vuetra dama por el bosque de los Suspiros, cuidáos mucho de no internaros en demasía, pues hete aquí que existe camino el cual pocos osan recorrer.

Lo reconocerá vuesa merced porque en sus proximidades no hay ave cantora, y la luz palidece a medida que se avanza por él hasta llegar a la oscuridad más absoluta. En el comienzo de aqueste sendero se inician los dominios de Hirtana, bruja negra del bosque, de cuya maldad natural nadie podría albergar duda alguna. Pocos son los que han sobrevivido a tamaño desafío, y aquellos que pudieron contarlo qudaron gravemente afectados por una locura permanente.

Hirtana es oscura y malvada, y su mayor propósito es acabar con el amor verdadero y puro. Cualquier atisbo de amor, bondad, dulzura, caricia o mirada embelesada será detectado por tan malévolo ser , y como consecuencia será eliminado y borrado como si nunca hubiera existido.

Otros desconsolados cuentan que mantiene a sus doncellas atrapadas, ocultas en agún recóndito agujero, esperando inútilmente a sus amados caballeros que nunca las liberarán porque han perdido el juicio de por vida.

Si vos os encontrarais con dicho sendero, no cometáis desatino, aferrad la mano de la señora de viuestros pensamientos y dad media vuelta, ya que vuestro amor no debe ser entorpecido por nada ni por nadie".

Os deseo y auguro la mayor felicidad.
Firmado: La Dama Blanca.