Lavado de manos: historia, revolución médica y su rol clave en la pandemia de COVID-19
Hoy 5 de mayo celebramos el Día Mundial de la Higiene de Manos, y como cada año la campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “SALVA VIDAS: Limpia tus manos”, que tiene como objetivo mantener un perfil global sobre la importancia de la higiene de manos en el cuidado de la salud y unir a las personas en apoyo a la mejora de la higiene de las manos en todo el mundo.
La historia del lavado de manos está profundamente ligada al desarrollo de la medicina y la salud pública. Y aunque la higiene personal ha sido practicada desde la antigüedad, su importancia en la prevención de enfermedades no fue comprendida plenamente hasta el siglo XIX.
En muchas culturas antiguas, como la hebrea, islámica e hindú, el lavado de manos tenía un componente religioso o ritual, pero no se entendía su valor sanitario. En la Europa medieval, la falta de higiene era común, y las infecciones eran frecuentes y mortales.
El simple acto de lavarse las manos, hoy una rutina cotidiana, fue en su momento una verdadera revolución médica.
Su historia en la medicina moderna comienza en el siglo XIX con el médico húngaro Ignaz Semmelweis, quien, en 1847, observó que las mujeres que daban a luz asistidas por médicos morían más que las atendidas por parteras. ¿La razón?
Los médicos no se lavaban las manos tras realizar autopsias antes de atender partos. Al imponer el lavado de manos con una solución clorada, la mortalidad bajó drásticamente. A pesar de los resultados, sus ideas fueron rechazadas durante años.
Décadas después, Louis Pasteur y Joseph Lister confirmaron la existencia de microorganismos y desarrollaron prácticas antisépticas, consolidando el lavado de manos como una medida básica de prevención en hospitales.
Durante el siglo XX, con la aparición de teorías microbianas y el desarrollo de la salud pública, el lavado de manos se convirtió en un pilar fundamental en la prevención de enfermedades infecciosas, tanto en entornos clínicos como en la vida diaria.
Y fue en el siglo XXI que nos alcanzó un nuevo reto: la pandemia de COVID-19. En 2020, el lavado de manos regresó al centro de la atención mundial. Organizaciones como la OMS y los CDC recomendaron esta práctica como una de las formas más efectivas de evitar el contagio del virus. La escasez de alcohol en gel en los primeros meses de la pandemia resaltó aún más el valor del agua y jabón, una medida accesible, económica y salvadora.
Esta historia, nos recuerda que, a veces, los cambios más simples —como lavarse las manos— pueden tener los impactos más profundos en la salud global.
Un acto tan simple y que tanto costó de ser aceptado.
ResponderEliminarFeliz semana!
Hola Alfred, efectivamente costó en ser aceptado, salvando las distancias como también sucedió con el cinturón de seguridad que al principio a unos le molestaba y a otros se les olvidaba. Incluso había quien solo se lo ponía cuando veía que le iba a multar la policía. Afortunadamente ambas cosas ya las hemos automatizado y aceptado. Saludos
EliminarEs curioso como un cambio de actitud salva vidas e infecciones.
ResponderEliminarAlgo que deberíamos tener todos como rutina higiénica lavarse las manos antes y después de utilizar cualquier objeto, pues no olvidemos que ellas nos las llevamos a todas las partes y nosotros mismo somos portadores de microbios.
Un buen artículo nos dejas. Un besazo, feliz noche.
Tienes mucha razón tanto en la conveniencia de lavarnos las manos como en el hecho de que también forman parte de nosotros mismos, según los estudios más recientes ganan en número a nuestras propias células. Los microbios buenos realizan un gran trabajo a nuestro favor. Buenas noches amiga
EliminarEsto mismo escuche por la mañana en las radio y como nos dices en el Covid fue el aldabonazo en este asunto.
ResponderEliminarRecuerdo que desde niño nos recomendaron lavarnos las manos al menos antes de comer.
Saludos.
Una buena costumbre enseñar a los niños a lavarse las manos desde bien pequeños y todo lo relacionado a los beneficios de la higiene en general. Saludos
EliminarEs bonito saber de dónde vienen las cosas y que con gesto sencillo se pueden salvar muchas vidas. Qué bien que haya un día mundial dedicado a la higiene de manos.
ResponderEliminarAbrazos.
Efectivamente, Miguel; algo tan sencillo y hoy día tan asequible de realizar y nos lo tienen que seguir recordando a pesar de todo. Abrazo
EliminarSiempre hay que ser cuidadosos con nuestra higien y lavar nuestras manos. Te mando un beso.
ResponderEliminarEse cuidado se traduce en salud. Besos
EliminarEmilia, I remember how often we washed our hands during the pandemic. I was so afraid to touch anything while walking and shopping.
ResponderEliminarHi Irina, it's true that during the pandemic we acquired a lot of fear of contagion. And I think hygiene and handwashing habits have already stuck with the global population. Kisses.
EliminarDuring the pandemic, there has been a lot of talk about the need to keep your hands clean.
ResponderEliminarHygiene is really necessary, especially for those who have a baby at home and 5 kittens, as is my case.
(ꈍᴗꈍ) Poetic and cinematic greetings.
💋Kisses💋
Hello Theda, having a baby at home requires minimal hygiene measures. With pets, it's always a good idea to consult your vet. Children who grow up with pets tend to have fewer allergies and learn many things from what animals teach them. Kisses.
EliminarQué acto tan simple y sin embargo , cuánto nos cuesta interiorizar su importancia , está claro q si no nos multan no somos capaces de adquirir buenas costumbres ; )
ResponderEliminarMuy ilustrativo este post tb, mil gracias y un fuerte abrazo !!
Muchas gracias a ti, María. Está visto que incluso con multa la gente sigue siendo dura de cabeza. Un beso
EliminarHay cosas que han tardado en establecerse, pero al fin lo han hecho para bien. Gracias popr ponernos al tanto con esta.
ResponderEliminarEn otro orden, una pregunta ¿acaso te tocó participar como forista en un concurso interactivo llamado Hislibris ?
Muchas gracias a ti también y sobre tu pregunta la respuesta es negativa. No he participado en Hislibris ni en ningún otro foro. Un abrazo
EliminarLa higiene de las manos tiene una gran importancia ya que salva muchas vidas. Me encantó esta entrada de concienciación. Besicos
ResponderEliminarAsí es amiga Charo, algo tan sencillo y tan eficaz contra las infecciones. Besos
EliminarSiendo de interés tu artículo, me llama la atención, en parte, pues la necedad imperaba en aquellos años, lo siguiente: "A pesar de los resultados, sus ideas fueron rechazadas durante años."
ResponderEliminarAbrazos Emilia.
Quizás por el hecho de que los demás médicos se sintieron ultrajados por la sugerencia de que ellos eran responsables de la muerte de las embarazadas por no lavarse adecuadamente las manos antes de atenderlas.
EliminarAlgo parecido a lo que sucede en nuestros tiempos para aceptar que el sistema digestivo contiene más de 100 millones de neuronas, que constituyen el sistema nervioso entérico (SNE). A veces se le llama "segundo cerebro" debido a su complejidad y capacidad para funcionar de forma relativamente independiente del cerebro.
O lo que sucede también con la serotonina, un neurotransmisor clave, es el intestino el principal productor de serotonina en el cuerpo, siendo responsable de aproximadamente el 90% de la producción total. Pues la mayoría de la gente sigue pensando que solo está en el cerebro y únicamente se produce allí. Un abrazo
Y como siempre, los poderes de la época rechazando lo que es de sentido común, quizá porque no se les ocurrió a ellos o a saber.
ResponderEliminarEl pobre hombre fue perseguido y a pesar de varias publicaciones difundiendo sus resultados y demostrando que el lavado profundo de las manos de los obstetras reducía significativamente la mortalidad por fiebre puerperal a menos del 1 %, las observaciones de Semmelweis entraban en conflicto con la opinión médica establecida en su tiempo y sus ideas fueron rechazadas. Algunos médicos se sintieron gravemente ofendidos como le comentaba más arriba al amigo Ernesto. Los cambios de paradigma en la ciencia han sido complicados en cualquier etapa de la historia desde la teoría copernicana a la física cuántica en nuestro tiempo. Abrazos
EliminarEs una manía que tengo desde antes del COVID, según llego a casa quitarme los zapatos y lavarme las manos. El transporte público siempre me parece "pegajoso" :)
ResponderEliminarPues tienes razón en que el transporte público y el hacinamiento siempre han constituido un foco de infección. Y que no debería hacer falta grandes infecciones mundiales para cumplir esa lógica higiene diaria. Un abrazo
EliminarImportantísima entrada, amiga... más por los peligrosos tiempos que tenemos que enfrentar...
ResponderEliminaryo tengo 'toc' diagnosticado. me lavo mucho las manos desde que tenía 12-13 años. desde la pandemia se me acentuó.
ResponderEliminarla edad media me despierta mucha curiosidad, pero creo que no me gustaría trasladarme en el tiempo a esa época...
abrazos!!
Lo has explicado tan claro como el agua con el que nos debemos lavar las manos (y el jabón), la experiencia del COVID ha sido rotunda.
ResponderEliminarAbrazos!
Lavarme las manos siempre, se lo debo a mi padre y jamás me olvido de lavármelas antes de comer. Besos.
ResponderEliminarSi, hay que lavarse las manos frecuentemente, pero no como Pilatos
ResponderEliminarPaz
Isaac
Es una acción que forma parte de mi vida. Cuando voy a comprar primero desinfecto el carrito y luego limpio mis manos, a veces varias veces porque desde el COVID creo que es más importante de lo que la gente se piensa.
ResponderEliminarEstupendo post.
Un abrazo