De procesiones Marinas y Marianas.(1ª parte)


1.- Paola va de procesiones.

Hoy os quiero presentar a Paola, mi protagonista de Mundo Onírico, una chica joven y soñadora, que a veces no sabe si esta soñando o esta despierta, ni sabe si esta aquí o esta allí…pero si a ella no le importa porque iba a importarnos a nosotros. Por eso en esta ocasión os quiero contar lo que le sucedió aquella inolvidable noche de la Virgen del Carmen.

Todos los veranos en el pueblo costero donde Paola pasa sus vacaciones se celebra la festividad de las Vírgenes marineras. La veladilla del Carmen es todo un acontecimiento social en la que el ayuntamiento contrata orquesta y bailes regionales para amenizar las calurosas noches festivas. Y se entrampa un poquito más para el resto del año con eso de tirar la casa por la ventana. Celebre frase que en su simplicidad la amiga Paola no llega a entender del todo y veces le da más de una vuelta en su cabeza, pensando como por una ventana puede salir una casa.

En el centro se instala una feria de carricoches y tiovivos con caballitos de colores para los niños; y para los mayores unas casetas flamencas donde se puede beber y bailar durante toda la noche. Mientras que en la arena de la playa a la orillita del mar se preparan las hogueras en las que despues se asarán pinchitos de carne ricamente especiados o espetos de sardinas según el gusto del personal.

Y este año a parte de los cohetes y fuegos de artificio también amenizarán el festejo un desfile de gigantes y cabezudos que producen ese miedo morbosillo entre los más pequeños. Que se mueren de ganas por estrechar sus manos y tocar sus atuendos, pero que siempre terminan escondidos entre el vestido de sus mamas sin haber llegado a hacerlo. Paola supone que lo dejarán para el próximo año a ver si vienen ya mas crecidos. Antes en los pueblos se usaban los zancos altos como los de los gigantes y cualquiera mantenía el equilibrio, pero hoy día debe ser por la radiación cósmica de fondo del Big Bang que el personal se los calza para terminar cayendo al instante como mosquitos fulminados al suelo.

Como hasta las ocho no comenzará la procesión (de la tarde para quien no lo sepa) Paola comienza a arreglarse para el evento. No es que se vista de forma elegante con altos tacones y mantillas de negro encaje, su indumentaria es bastante informal. Tan hippie como de costumbre pero en este día mágico y procesional también se pone sus adornos y collares contemporaneos de ambar y otras piedras naturales para que queden impregnados del olor a santidad y la protejan de las pesadillas durante el resto del año.

Comentarios

  1. Anónimo12:47

    Hola amiga , muy bonito el relato esperando la segunda parte ,para saber lo que le pasa a paola, un beso de pitufa.

    ResponderEliminar
  2. Amiga Pitufa, me alegra que te guste y seguro que el final de la historia te va a sorprender. Ya sabes que Paola es una chica alegre y soñadora como tu, y sobre todo con mucha imaginación. Así que imaginate lo inimaginable. Esta semana colgaré por aqui algo de Paola, cada día. Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Muchas gracias por tu comentario. (activada la moderación) 🌸🌼🌸

Seguidores

TAMBIÉN ESTOY EN...

TAMBIÉN ESTOY EN...
Click en la imágen