El fin del mundo
En estos tiempos en los que vivimos más conectados y más informados que en ningún otro de nuestra historia, es cuando se produce la gran paradoja de ver cómo vamos perdiendo el conocimiento y cada vez sabemos menos por nuestros propios medios.
Estamos perdiendo la capacidad de pensar, analizar y sacar nuestras propias conclusiones y también de memorizar para dejar que unas máquinas lo hagan por nosotros. Perdemos la perspectiva para separar lo relevante de lo irrelevante.
Además de vivir bombardeados con noticias catastrofistas que nos están dando una visión nefasta del mundo.Y al estrés de la vida cotidiana les añaden otros miedos: epidemias al acecho, asteroides que vienen hacia nosotros, tormentas solares que nos devolverían a la edad media, virus durmientes del permafrost y esas continuas amenazas de guerras nucleares, mundiales y hasta interplanetarias.
Por eso pienso que este exceso de información negativa junto a nuestra creciente falta de criterio para evaluar lo que realmente es importante nos está despeñando por el desfiladero del pesimismo.
El comentario es certero. Sobre todo en el exceso de "información" y la pérdida de ciertas capacidades nuestras...
ResponderEliminarY no digo que todo ello no trastoque el día a día de tantos. Sobre todo de quienes se apuntan a todo lo "nuevo" que las redes promueven. Redes, "modernidades" y manipulación.
Ya lo del desfiladero... No lo afirmaría!
No digo que no rueden cabazas despeñadas... :))))) Creo más bien que la mayoría relativiza todo esto. ¡Y ver venir!
Abrazo Emilia.
Efectivamente todavía somos muchos por llegar a ese borde del precipicio y también es verdad que las personas con una fragilidad mental previa desarrollan antes este tipo de problemas.
EliminarPero el hecho de que España en la ultima década vaya a la cabeza del mundo en el consumo de ansiolíticos y antidepresivos me parece impactante. Y que tras el Covid sea nuestra población de jóvenes y adolescentes, quienes mas hayan visto tocada su salud mental, recetándoles cada vez más pronto este tipo de sustancias porque no pueden manejar sus problemas es un tema que me preocupa bastante.
Obviamente no es producto únicamente de ver el lado malo del mundo, otros factores con multiples variantes inciden, pero decirles que para ellos ya no hay futuro, pues bien no les debe venir.
Con su corteza prefrontal en disminución proporcional a su exposición a las redes sociales, videojuegos, falta de juegos en grupo y al aire libre, exposición a disruptores endocrinos, comida basura, sin expectativas de encontrar empleo, ni de irse de casa de sus padres hasta cerca de los cuarenta…comprendo que para ellos ha de ser demoledor.
Y un poco pensando en ellos ha sido mi escrito porque nosotros también hemos pasado situaciones adversas y aquí estamos orgullosos de haberlas superado, de tener un bagaje vital que nos ha fortalecido, de disponer de una experiencia que nos hace lo bastante fuertes para ver con cierta distancia el que nos podamos ver arrastrados al desfiladero. Un saludo
Me quedo con tu certero "...porque nosotros también hemos pasado situaciones adversas y aquí estamos orgullosos de haberlas superado, de tener un bagaje vital que nos ha fortalecido, de disponer de una experiencia que nos hace lo bastante fuertes..."".
Eliminar¡Y punto Emilia! :))))))
Pues me consta que esa juventud natural, la inmensa mayoría, al margen de ciertas actitudes "irregulares", que se dan en cualquier parte, y pueden llegar a superarse, no es que el día de mañana vayan a resolver no sé qué carencia!
¡Es que ya se están preparando, estudios, trabajos, mentalidad, conocimiento, etc., para vivir sus vidas acorde con sus realidades! ¡Y lo harán igual de bien que lo hicimos nosotros con las nuestras!
¡Ley de vida! ¡Qué hay que conocer y saber aplicar!
Tengo a mis dos nietas, 21 y 14 años viviendo esas vidas naturales que pronostico para la mayoría de la juventud. Y no me refiero sólo a ellas. Todos sus compañeros, de estudios, juegos, amistades, futuro, etc., los veo en la misma situación!
Y en las zonas donde vivimos. Y en la Comunidad en la que estamos.
Pero puedo entender tu preocupación.
Saludos.
Efectivamente cada generación es capaz de salir adelante y en cada etapa de la historia ha tenido que afrontar numerosos desafíos. Aquí estamos y los superaremos como siempre hemos hecho, como especie y con la particular satisfacción en nuestro caso, de que hijos y nietos están bien preparados para ello. Un abrazo 🤗
EliminarBuenos días, no te quito razón, los infmativos sino son pesimistas parece que no se quedan a gusto .
ResponderEliminarEstamos viviendo todo demasiado deprisa y eso no es bueno . Así que vamos a contrarrestarlo y tomemos un descafeinado tranquilamente y que no nos falte una sonrisa
Buen inicio de semana.🙋😘🌹
Por supuesto que si, un buen cafelito y un blog en funcionamiento son un gran antídoto para no dejarse arrastrar donde no nos viene bien. Personalmente soy una persona muy optimista, pero entiendo que este tipo de información para algunos es dañina. Un beso
EliminarY no has comentado la posible gira de verano de Bertín Osborne, preludio de la madre de todas las catástrofes catastróficas. En fin, que la cosa no es tan grave, el enfermo evoluciona favorablemente, y si no pues nos extinguimos y ya está, que el planeta se iba a quedar muy tranquilo
ResponderEliminarSaludos
Seguro que esa gira va a ser la guinda al pastel de todas las calamidades, venidas y venideras. Nada podemos hacer contra eso, salvo cambiar de cadena. Un saludo
EliminarDe acuerdo contigo al ciento por ciento, y es que además de esas malas noticias que vuelan, están la redes sociales donde se habla poco de lo bueno y donde todos creen saber de todo y de todos.
ResponderEliminarPor eso mismo, yo paso de ellas.
Un abrazo, amiga.
Asi es, las redes sociales son un compendio de falsedades unas veces y de desinformación otras muchas. No hace falta estar tan informado, solo hay que estar bien informados. Un saludo
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, tenemos hoy demasiada información, pero es una información sesgada, manipulada por los medios de comunicación por las redes sociales, nos están convirtiendo en meros sujetos pasivos de las noticias, no interesa que demos nuestra opinión solo que consumamos noticias, y la mayoría de ellas desagradables, carentes de alma, de esperanza, pero todavía hay tiempo de modificar esta situación eso depende de nosotros. Saludos cordiales.
ResponderEliminarExactamente lo que comentas, padecemos una sobreinformación sin alma y sin esperanza. Un saludo
EliminarEs un texto breve pero reflexivo que plantea una crítica interesante y oportuna sobre la relación entre la hiperconectividad, el exceso de información y la pérdida de habilidades cognitivas y perspectiva en la sociedad actual. El tono es serio, casi melancólico, pero no cae en el sermón; invita a pensar sin imponer, lo que lo hace efectivo como una observación personal.
ResponderEliminarEl inicio es un gran acierto: “En estos tiempos en los que vivimos más conectados y más informados que en ningún otro de nuestra historia, es cuando se produce la gran paradoja de ver cómo vamos perdiendo el conocimiento”. Esta paradoja capta la atención de inmediato y establece el núcleo del argumento: que la abundancia de información no equivale a más saber. Comparto plenamente que dependemos cada vez más de las máquinas para pensar, analizar y memorizar, lo que concuerda con debates actuales sobre la tecnología y la inteligencia artificial. La idea de que perdemos la capacidad de “separar lo relevante de lo irrelevante” es especialmente poderosa, porque apunta a una erosión del juicio crítico en un mundo saturado de datos.
La segunda parte, sobre el bombardeo de noticias catastrofistas, añade una dimensión emocional al texto. Enumerar amenazas como epidemias, asteroides, tormentas solares, virus del permafrost y guerras (incluso interplanetarias) crea un efecto acumulativo que refleja bien esa sensación de agobio que muchos sentimos al consumir medios hoy en día. El toque de “devolvernos a la Edad Media” o “guerras interplanetarias” le da un matiz casi distópico que funciona para enfatizar el punto.
El cierre une ambas ideas —el exceso de información negativa y la falta de criterio— en una conclusión contundente: “nos está despeñando por el desfiladero del pesimismo”. La metáfora del desfiladero es evocadora y transmite una sensación de caída inevitable, lo que refuerza la gravedad de la reflexión. Me gusta que no ofrezcas soluciones ni caigas en la nostalgia fácil (“antes todo era mejor”), sino que dejes la observación en el aire para que el lector la procese.
En resumen, me ha gustado mucho el escrito por su agudeza, su relevancia y la forma en que pone el dedo en la llaga de una cuestión contemporánea. Me ha hecho pensar en mi propia relación con la información y en cómo filtro lo que consumo.
Gracias por compartirlo.
Muchas gracias por traer tan minucioso análisis de mis palabras. Un saludo
EliminarHay un exceso de información y cada vez más gente enganchada a absorber rápidamente todo un río de noticias... Por no hablar de pelis catastrofistas, manipulación, caos generalizado... Un fin de mundo no sorprendería... La incertidumbre nos acompaña... Quizás ahora, más que nunca, hemos de salvaguardar nuestro centro, la confianza en uno mismo, no dejarnos arrastrar por corrientes que nos absorban, que nos hundan... Libros, música, el humor (Mafalda va al pelo, es tan actual), y proseguir... aunque a veces sea complicado no dejarse contagiar por la desesperanza...
ResponderEliminarPor una buena semana, que todo se vaya suavizando, un abrazo
Hola Milena, efectivamente esa es la solución, tanto la confianza en uno mismo como no dejarse arrastrar por estas corrientes. Creo que incluso hay quien piensa que vivimos en el día de la marmota y se han desconectado. Todos los días son iguales, unos y otros, y les da igual que haya diez noticias malas o un ciento porque pasan de ellas. Para ellos incluso es gratificante que aparezcan nuevos meteoritos de vez en cuando, porque en tiempos monótonos ¿a quien no le gusta disfrutar la incertidumbre. Besos
EliminarAsí es PAREN EL MUNDOOOOO.!abrazo.
ResponderEliminarPerlas de sabiduría en boca de Mafalda, aunque dicen que la frase no es de Quino. Besos
EliminarQue gran verdad has dicho, tanta negatividad y tanta catástrofe asustan demasiado, podrían hablar de tantas cosas positivas que también suceden, digo yo, y eso animaría más al personal. Besicos
ResponderEliminarAl final depende de nosotros fijar el filtro sobre cuáles son las fuentes fiables. Besos
EliminarPor el momento, a mí nunca se me olvida lo afortunado que soy. Me asomo al mundo y las razones para el pesimismo son obvias. El control de las masas, las corrientes de opinión, la desinformación, el miedo de cualquier clase... Eso siempre ha estado ahí, utilizado por ese oscuro mundo de intereses creados en el que vivimos. Aunque, ahora, más que nunca, creo que necesitamos estar más alerta y escépticos que nunca. La IA ha llegado para quedarse y, por supuesto, ya se está utilizando para conducir a la borregada, física y mentalmente, donde el enemigo quiere. Y mira que yo no tengo motivos, ni para la negatividad y el pesimismo, pero joder, hay gente sufriendo mucho ahí fuera (desde que el mundo es mundo claro).
ResponderEliminarEl sentido del humor es el mejor antídoto junto a la gratitud por lo bueno, por lo malo y por lo regular que de todo tiene que haber en la vida. Si no vaya aburrimiento. Saludos
EliminarMuy cierto lo que nos expones en este articulo sobre que principalmente nos agobian con las noticias negativas y las positivas o no las cuentan u ocurre como en un examen tipo tes en una ocasión me ocurrió. En ese examen había mas de cien preguntas y en la mayoría la respuesta a dar era el mayor numero de palabras referente a una cosa. En una de las últimas la respuesta correcta ere el menor numero de ríos gallegos y di por correcta la que ponía; Eume, Miño y Sar.
ResponderEliminarLo que es quiero decir que no te das cuenta de las buenas al estar saturado de malas.
Saludos.
Nuestro cerebro filtra lo relevante de lo que para el es irrelevante para la supervivencia del organismo. Tenemos como especie analítica de su entorno un cierto sesgo a quedarnos con lo malo. Quizás como instinto de supervivencia porque de las bellas flores del prado no tenemos que ponernos alerta, solo prestar atención al peligro podría salvarnos. Y tienes razón en que entre tanto maremagnum de malas noticias cuesta encontrar las buenas que las acompañan. Saludos
EliminarNo hay que dejar que el pesimismo se apodere de nosotros aunque si ves las noticias y no contrastas nada de lo que lees y oyes acabarás cayendo en él. Veamos la parte positiva de algunas cosas.
ResponderEliminarEfectivamente hay que vivir con alegría porque la vida es tan bella como nosotros queramos verla. Por eso hay gente que lo tiene todo y se siente mal, y gente con grandes contratiempos que encuentran el lado positivo a cualquier situación. Besos
EliminarNo puedo estar más de acuerdo contigo.
ResponderEliminarCuando te paren el mundo yo también me bajo contigo.
Pues ya te aviso, aunque nos tengamos que ir con Calleja al espacio.
EliminarLa verdad es que muchas veces los medios buscan las noticias más sensacionalistas -y catastrófistas- porque seguramente tengan estudios sobre lo que produce más o menos audiencia. Y el miedo es un imán demasiado fuerte para según que personas. Dicho lo cual también es cierto que el ardor guerrero parece cíclico en los humanos y se buscan conflictos que muchas veces carecen de sentido ninguno.
ResponderEliminarAbrazos y buen comienzo de semana.
Totalmente de acuerdo contigo Miguel, los gustos de la audiencia marcan el ritmo y de alguna forma el morbo de estos temas atraen más la atención que imágenes bonitas e idílicas. Al fin y al cabo no todos estamos preparados para disfrutar de un Síndrome de Sthendal por contemplar cosas hermosas.
EliminarLa película Lucy, que me gustó mucho por cierto, nos comunica que todos los seres vivos estamos aquí para aprender y transmitirlo. Así que el más fuerte se abre camino, incluyendo la fuerza, para reproducirse y propagar su conocimiento. Abrazos y feliz semana también para ti
Tienes razón cada vez razonamos menos y cada vez dependemos de la tecnología para cosas que antes no lo hacíamos. Pero siempre debe haber una esperanza. Te mando un beso.
ResponderEliminarNosotros estamos de suerte porqué escribir en un blog te ayuda a engrasar las neuronas y a tener otro tipo de información mientras mejoramos nuestra red de relaciones. Somos nosotros quienes elegimos donde ir, con quien y como. Besos
EliminarPues sí, todo eso es cierto... Pero no por eso debemos dejar de vivir... Aprovechemos cada nuevo amanecer, que no es poco...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Soy de tu misma opinión, cada segundo cuenta para ser felices. El mundo avanza impasible y sólo de nosotros depende elegir ser felices o no serlo. Un abrazo
EliminarEl miedo como máximo instrumento de dominación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así parece y así lo utilizan. Un abrazo
EliminarEs la paradoja, la información al instante, y la incultura galopante.
ResponderEliminarBuen reflexión.
Mucha información y poca formación, un abrazo
EliminarNo te falta razón en lo que señalas, por ahí iban los tiros de mi último post. Y es que nos tienen o quieren tenernos entontecidos, abobados , temerosos, pues siempre fue más fácil el manejo y la consecución de los votos que necesitan para gobernarnos a capricho. Hay que buscar, a parte de ser conscientes, pequeños paraísos que nos salven, bien sea en el arte, en la amistad, en el ejercicio del paseo o del sano de porte, en la música, en lo que sea que conmueva y llene de salud el alma.
ResponderEliminarClaridad en tu artículo Neuri... Te dejo un abrazo.
Muchas gracias Teo, yo creo que escribir y comentar en los blogs también puede constituir uno de esos paraísos que mencionas. Todo lo que implica creatividad y analizar ideas, nos enriquece como personas. Un abrazo
EliminarHemos normalizado las malas noticias, ya nada nos asombra, cuando venga el meteorito ni nos inmutaremos, y me incluyo...
ResponderEliminarsaludos
Que le vamos a hacer, Carlos. Si estuviésemos en alta alerta continua nos daría un parraque. Y si mirásemos al cielo continuamente nos daría tortícolis. La clave sería preocuparnos lo justo y suficiente, el problema como los alquimistas es dar con el punto exacto. Un abrazo
EliminarBoa tarde e uma excelente terça-feira. Concordo plenamente com você. Grande abraço carioca.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo. Feliz jornada
EliminarEs pronto para decirlo, y no soy yo la persona indicada para hacer esas reflexiones, pero veo un cambio evolutivo. Me explico: el cerebro humano no es capaz de procesar tanta información como tenemos ahora, es imposible analizar y comprender algo en los pocos minutos que tenemos. Sospecho que con el tiempo nuestro cerebro se adaptará a esa nueva forma de hacer las cosas, tomaremos decisiones con menos información, seremos más viscerales y.. bueno, no creo que salga nada bueno de ahí, la verdad.
ResponderEliminarMi vida es más tranquila desde que he dado dos pasos hacia atrás de la realidad, menos telediario, más leer una o dos noticias como mucho.. ganar un poco de perspectiva, vaya.
Creo que nuestro cerebro evoluciona lentamente en comparación a como lo hace el mundo y la tecnología. Cualquier día toman el mando los pulpos que dicen que son muy inteligentes.
EliminarYo telediario cero, noticias las justas, dedicó mi tiempo a leer, pasear por la playa y darle mimos a mi gente. Saludos
Totalmente de acuerdo, la falta de capacidad para criticar la información con la que nos bombardean es un gran problema. Un abrazo
ResponderEliminarDemasiada información y de muy mala calidad. Un abrazo
EliminarNeuriwoman. Esto no es invento mío. Desde hace mucho, y gracias a la masificación de internet, vuelve a cobrar fuerza, y aquí me pondré esotérico, de que en las altas esferas o gobiernan o se les es permitido que unos seres extraterrestres (arcontes), y por supuesto invisibles al pequeñísimo, acotado espectro de visión humano, se alimenten de la energía del miedo que emitimos. El miedo vende, de eso no hay duda. También controla masas, de eso hay menos dudas. Pero hay otro interés creado, me tinca. Un plan, un pacto, un sistema complejo que opera desde las sombras del plano espiritual. Puede ser. Otro saludo.
ResponderEliminarEfectivamente me parece un enfoque muy interesante el que planteas. Saludos
EliminarPienso lo mismo neuriwoman, demasiadas informaciones. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, un abrazo
Eliminar